Isidoro Trindade

ISIDORO DE SEVILHA — ETIMOLOGIAS
Da Trindade

1. — Se denomina Trinidad porque, de tres componentes, se hace un todo único; es como si dijéramos “triunidad”; lo mismo que la memoria, la inteligencia y la voluntad, en las que la mente humana tiene una imagen de lo que es la Trinidad divina; aunque son tres cosas, resultan una sola; cada una tiene entidad en sí misma, y al mismo tiempo todas ellas se hallan íntegras en las demás.

2. — En consecuencia, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son trinidad y unidad. Cada uno de ellos es uno solo, y al mismo tiempo es los tres. Es uno en naturaleza; en cambio, tres en personas. Uno por la copartición de la majestad; tres por la propiedad de las personas.

3. — Pues uno es el Padre, otro el Hijo y otro el Espíritu Santo; pero decimos “otro”, y no “otra cosa”, porque es igualmente simple, igualmente inmutable, bueno y coeterno.

4. — El único que no tiene su origen en otro es el Padre, y por eso es el único a quien se denomina “ingénito”. El Hijo es el único que ha nacido del Padre, y por ello es a él solo a quien se llama “génito”. Solamente el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, y de ahí que solamente a él se le denomine Espíritu de ambos.

5. — En relación con esta Trinidad, los nombres son simples apelativos unos, y propios otros. Los nombres propios son esenciales, como Dios, Señor Omnipotente, Inmutable, Inmortal; y se dice que son propios porque ponen de manifiesto la sustancia misma por la que son “uno”.

6. — En cambio, son apelativos tales como Padre, Hijo y Espíritu Santo, Ingénito, Engendrado y Procedente. Estos nombres son “relativos”, porque su empleo indica siempre relación con los demás. Cuando se dice “Dios”,indicamos la esencia, ya que nos estamos refiriendo a él en sí mismo. En cambio, cuando decimos Padre, Hijo y Espíritu Santo, estamos hablando de forma relativa, porque estos nombres entrañan siempre una interrelación.

7. — En efecto, el nombre de Padre se emplea no con relación a sí mismo, sino en relación con el Hijo; es decir, porque tiene un Hijo; la misma relatividad aparece cuando se dice “Hijo”, porque tiene Padre; y otro tanto del Espíritu Santo, por ser Espíritu del Padre y del Hijo.

8. — Con estas denominaciones se quiere poner de relieve la relación existente entre unas personas y otras, y no la sustancia misma por la que son una unidad. Por lo tanto, la Trinidad se da en los nombres que ponen en conexión unas personas con otras. En cambio, la divinidad no se triplica, sino que continúa siendo una sola; si se triplicase, desembocaríamos en una pluralidad de dioses.

9. — A veces se emplea en plural el nombre de “dioses” en relación con ángeles y con hombres santos, debido a que no son iguales a los demás en méritos.

10. — De ellos dice el salmo (81, 6): “Yo dije: sois dioses”. En cambio, respecto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y debido a que son una sola e idéntica divinidad, no aparece empleado el nombre de “dioses”, sino de “Dios”, de acuerdo con lo que dice el Apóstol: “Sólo tenemos un Dios” (1 Cor 8, 6). O, como se expresa la divina voz: “Escucha, Israel, el Señor tu Dios es un solo Dios”(Me 12, 29). Es decir, es una trinidad, pero el Señor es un solo Dios.

11. — Entre los griegos, la fe en la Trinidad se expresa de esta manera: hay una sola ousía —como si se dijera, una naturaleza, o una esencia—, y tres hypostáseis— que en latín viene a significar tres personas o tres sustancias.

12. — Ahora bien, la lengua latina, al referirse a Dios, emplea el término “esencia”, en su sentido estricto; en cambio, “sustancia” no lo emplea de manera estricta, sino abusiva; pero entre los griegos “sustancia” tiene el valor de “persona”, no de “naturaleza”.