Algunos discernirán en la desaparición de lo sagrado, o en «la muerte de Dios», una especie de purificación o de «noche oscura» de la fe que precede a la aurora de la Resurrección. Otros verán ahí la «abominación de la desolación», predicha por las Escrituras y que precede a la Parusía o final de los tiempos. Se observará igualmente que lo sagrado se manifiesta actualmente fuera de las Iglesias establecidas, en ciertos movimientos marginales. Pero eso es tanto como decir que la religión se ha refugiado en las innumerables sectas que no ofrecen a sus adeptos más que una parodia y una falsa imitación de la verdadera religión. EL SENTIDO DE LO SAGRADO
D. ¿Cómo puede el Espíritu Santo realizar esa obra en el alma que no está todavía purificada para que su operación verdadera, la Encarnación del Verbo, pueda realizarse ahí a continuación? — M. Esta cuestión es absurda. No hay más que una operación del Espíritu Santo, pero se puede dialécticamente distinguir dos aspectos o dos fases: una fase de purificación y una fase de transfiguración, pero estas dos fases no son distintas más que desde nuestro punto de vista; en la realidad Una, el Verbo no cesa de encarnarse en la Virgen, el Intelecto no cesa de transfigurar la Substancia: María es Inmaculada en su Concepción, su Virginidad es eterna, su Asunción está fuera del tiempo. DIALOGO SOBRE LA ORACIÓN
Estas palabras son incomprensibles al hombre ordinario: semejante a los prisioneros de la Caverna, él no ve más que las sombras sobre la pared y su inteligencia se aplica en construir una ciencia efímera; el prisionero que busca escaparse es deslumbrado por el Sol inteligible, porque su inteligencia no está purificada, y vuelve a entrar en la Caverna. Según Evagiro, «Moisés, cuando quiso acercarse a la Zarza ardiente, fue impedido hasta que se quito el calzado» lo que simboliza evidentemente la purificación previa. «Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mat. V, 8). NOTA SOBRE LA ORACIÓN
2.- Catharsis = purificación = mortificación de las pasiones y del deseo. El alma «orientada» debe purificarse de todos los obstáculos a la realización y a la expansión de la Vida Divina en ella, lo que corresponderá a los dos aspectos siguientes: apatheia y theosis. ALQUIMIA ESPIRITUAL