Bazan Evangelho Felipe

Biblioteca de Nag HammadiEvangelho de Felipe
Gnosticismo
Francisco García Bazán
Excertos de GNOSIS”

El Evangelio de Felipe no se trata de una simple recopilación de sentencias de orden confuso como en el caso del Evangelio de Tomás, sino que en este Evangelio, según lo ha podido comprobar J. E. Ménard, cada sentencia se vincula a la subsiguiente constituyendo una unidad de contenido antitético.

1) Gnosis:

a) Autognosis como manifestación del Sí-Mismo, Verdad, Reino, etc. Dice la sentencia 44: “Es imposible que nadie vea nada de las realidades esenciales, a menos que llegue a ser como ellas. No hay Verdad para el hombre como la del mundo: ve el sol aunque no sea sol, ve el cielo, la tierra, y cualquier cosa, no siendo ninguna de ellas, pero si tú has visto algo de aquel Lugar, has llegado a serio. Si has visto al espíritu has llegado a ser espíritu. Si has visto al Cristo, has llegado a ser Cristo, si has visto al Padre, llegarás a ser Padre. Porque tú ves todas las cosas y no te ves a ti mismo, pero si ves aquel Lugar, aquello que tú ves, aquello llegarás a ser”. Igualmente esto puede comprobarse en las sentencias: 1, 4, 11, 12, 13, 16, 24, 44, 47, 60, 106, 110, 125, etcétera.

b) Conocimiento Salvador e Inominável. Se expresa en el párrafo 110: “El que posee la gnosis de la Verdad es libre, pero el hombre libre no peca. En efecto quien comete el pecado es esclavo del pecado. La Madre es la Verdad y la gnosis, la Unión. Los que no se vuelven para pecar, el mundo los llama libres. Los que no se vuelven para pecar, la gnosis de la Verdad eleva su corazón, es decir, los torna libres y los levanta por encima de todo lugar… Por otra parte, el que ha llegado a ser libre por la gnosis es esclavo por amor de los que no han podido aún elevarse hacia la libertad de la gnosis. Y la gnosis los torna capaces, porque ella les permite llegar a ser libres. El amor no toma nada. ¿Cómo tomará algo? Todo le pertenece. El amor no dice: esto es mio o es para mi, sino que dice: es tuyo”. Léanse también las frases 93, 97, 107, 110, 125.

c) Fondo esotérico. La sentencia 18 dice esto: “El Senor dijo a los discípulos: vosotros hijos del Reino entrad en la casa del Senor”. También se ve el mismo sentido en las sentencias 35 y 55.

2) Figuras míticas:

a) Ser superior. EI carácter de inefabilidad del Ser Supremo se expresa en la sentencia 11: “Los nombres que se dan a las cosas terrestres encierran un gran dano, en efecto, llevan el corazón de lo que es sólido hacia lo que no lo es, el que escucha Dios no com-prende lo que es sólido, pero comprende lo que no es sólido. Lo mjsmo sucede con el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo y la Vida y la Resurrección, etc., lo que es comprendido no es lo sólido, pero si lo que no lo es”. También se comprueba en las frases 14, 21, 43, 50, 72, 84, 120, 125 …

b) Emanación y caída. Dice la sentencia 41: “Si Adán hubiera sido plasmado, encontrarias que sus hijos son una obra noble, si no hubiera sido formado, sino engendrado, encontrarias que su simiente es noble. Por otra parte él es lo que ha sido formado, el que ha sido formado y engendrado, gran nobleza es ésta”. Pueden verse también las sentencias 42, 71, 83, 112, etcétera.

c) Demiurgo. El contenido de la sentencia 99 viene a explicar nuestro título y también el anterior, reza así: “El mundo proviene de una caída. En efecto el que lo ha formado queria hacerlo incorruptible e inmortal. Tuvo una caída y no alcanzó su objeto, así no hubo incorruptibilidad del mundo ni tampoco de aquel que hizo al mundo”.

d) Pneuma oculto en el mundo. “Generalmente no se oculta un objeto de gran valor en una vasija de calidad, sino que con frecuencia sumas incalculables se depositan en una vasija que apenas vale un as. Sucede igual con el alma. Ella es un objeto precioso y se ha encontrado en un cuerpo despreciable”. Así se declara bellamente en la sentencia 22 y se ratifica en las 47 y 48.

e) Dualismo. En la sentencia 124 se expresa plásticamente la idea de dualismo gnóstico: “Ahora, nosotros poseemos lo que es revelado por la creación. Décimos de ordinário que ellas son las cosas fuertes y respetables y que las cosas ocultas son débiles y despreciables. Sucede así, pero para la realidad revelada de la Verdad ellas son débiles y despreciables, pero, ocultas, son fuertes y estimables … el velo, en efecto, las ocultaba de alguna manera mientras Dios gobernaba la criatura, pero cuando el velo se desgarre y el interior se manifieste esta casa desierta será abandonada y caerá destruída”. Esto es confirmado por las sentencias 11, 16, 17, 19, 25, 26, 33, 34, 47, 58, 61, 69, 80, 85, 121 y 123, etcétera.

f) Salvador. Dice la sentencia 5: “Después de la venida de Cristo el mundo ha sido creado, las ciudades ornadas y la muerte rechazada”, y la 6 completándola: “cuando éramos hebreos éramos huérfanos, aunque teníamos madre, pero una vez transformados en cristianos, nos han sido dados un padre y una madre”. Esto se encuentra también confirmado por las sentencias 9, 15, 20, 78, 81, 89 y 116.

g) Retorno. En la frase 127 declara este Evangelio: “Si alguno llega a ser hijo de la câmara nupcial recibirá la Luz. Si alguno no la recibe en tanto está en estos lugares, no la podrá recibir en el otro lugar. Aquel que ha recibido esta Luz no podrá ser visto ni comprendido, ni nadie podrá atormentarle incluso cuando él quede en el mundo y menos cuando lo abandone. Él ha recibido ya la verdad en imágenes; el mundo ha llegado a ser Eón. En efecto el Eón es Pleroma para él. Y sucede así: él se ha manifestado a si y no ha quedado oculto en las tinieblas ni en la noche, sino disimulado en un Dia Perfecto y en una Luz Santa”. Las mismas ideas están en los párrafos 1, 9, 26, 61, 67, 60, 31, 103, 57, 72, 69, 110, 116, 122, etcétera1.

Aqui como en los anteriores testimonios gnósticos, el retorno es una vuelta a la Unidad. Se habla también en este Evangelio de cinco sacramentos, el fundamental de los cuales es el quinto, el de la câmara nupcial. Su simbolismo nos es ya familiar por estar estrechamente relacionado con la reintegración de la Iglesia en el valentinismo. La vuelta al Pleroma, al Uno, que se hace patente en el autoconocimiento del Sí-Mismo, es lo que constantemente se expresa en este repetido simbolismo gnóstico.


NOTAS
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  1. El Evangelio de Felipe parece posterior al de Tomás. El término a quo en su datación puede ser el siglo III. Algunos de sus rasgos lo emparientan con la Pistis Sophia y el valentinismo, pero también con el maniqueísmo, por lo que su origen bien puede ser sirio. No se trata de una colección de sentencias breves sin orden, como han opinado SCHENKE y GRANT, sino que cada una se encadena con las siguientes. Cf. MÉNARD, l’Évangile selon Philippe, Int., Paris, 1964; GRANT, G.O.Ch., PP. 127-130; WILSON, The Gospel of Philip y Gnosis II, PP. 76-77.